Contar con un sistema de información educativa nominal, es decir de cada alumno, a nivel nacional es fundamental para poder acompañar las trayectorias de los estudiantes, explica el informe “Sistemas nominales de información educativa en Argentina”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, elaborado por Flavia Ferrari Inchauspe, Leyre Saénz Guillén y Víctor Volman. En un contexto caracterizado por el big data y el desarrollo de la inteligencia artificial, la gestión y el uso de datos se ha vuelto indispensable para tomar decisiones basadas en evidencia, señala el documento.
Desde hace cuatro años, el Observatorio de Argentinos por la Educación releva a través de encuestas en línea a cada una de las provincias, los avances en la consolidación de un sistema de información y gestión educativa. Esta herramienta es clave para contar con registros actualizados del ausentismo y las calificaciones de los estudiantes; también permite desarrollar Sistemas de Alerta Temprana (SAT) que, basándose en los datos de asistencia y otros indicadores, contribuyen a identificar y prevenir situaciones de riesgo de deserción escolar.
El documento destaca los avances en la consolidación de la “Base Nacional Homologada” (BNH), una web de datos de estudiantes que permite centralizar y estandarizar a nivel nacional la información proveniente del Sistema Integral de Información Digital Educativa (SInIDE) y de los sistemas propios de cada jurisdicción. Esa base, administrada por la Secretaría de Educación de la Nación, incrementó su cobertura en 10 puntos en tres años: en 2023 contaba con datos del 84% de la matrícula de los niveles inicial, primario y secundario de todo el país, mientras que en 2021 la cifra era 74%. La BNH es la principal herramienta para integrar los datos a nivel nacional: 20 de las 21 jurisdicciones relevadas en este informe transfieren sus datos por este medio.
Las 21 jurisdicciones que participaron del relevamiento en línea son: Buenos Aires, CABA, Catamarca, Chaco, Chubut, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. Solo Formosa, Neuquén y Tierra del Fuego no respondieron la encuesta.
De las 21 jurisdicciones, 10 cuentan con datos de prácticamente todos sus estudiantes, es decir del 99 o 100% de la matrícula en los tres niveles educativos obligatorios: Córdoba, Chubut, Mendoza, Santa Fe, La Pampa, Jujuy, La Rioja, CABA, Entre Ríos y San Luis. Sin embargo, hay disparidades significativas entre provincias: Misiones y San Juan expresaron no tener datos de los alumnos del sector privado en sus sistemas, mientras que en Chaco solo declararon tener los datos del 13% de los alumnos de escuelas primarias privadas y 17% de escuelas secundarias privadas.
El informe encontró que el acceso y el uso de la información se concentra principalmente en los niveles directivos y ministeriales, pero no así en docentes y comunidades educativas, para quienes no hay reportes específicos. Según varios estudios citados en el documento, cuando las escuelas y docentes reciben información útil, mejora tanto su compromiso con la carga de datos como el uso efectivo de estos para la toma de decisiones pedagógicas.
Otros desafíos detectados para poder consolidar un sistema de información educativa tienen que ver con la falta de personal calificado y la rotación del mismo, los problemas de conectividad existentes en las provincias, y las dificultades para establecer comunicaciones directas entre los sistemas provinciales y nacional.