En Argentina, el público en general no accede a información sobre los resultados educativos de cada escuela en evaluaciones estandarizadas: una persona no puede conocer los resultados de las pruebas Aprender de una escuela en relación con escuelas cercanas o con cualquier otro establecimiento. Ese límite, establecido por el artículo 97 de la Ley N° 26.206 de Educación Nacional, marca una diferencia con países como Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y México, donde esos datos sí están disponibles para cualquier persona que quiera consultarlos.

El informe “Rankear o no rankear escuelas: ¿es esa la cuestión? El acceso público a la información de las pruebas Aprender”, del Observatorio Argentinos por la Educación, con autoría de Mariano Narodowski, compara el acceso a la información educativa en los países de la región. A partir de la consolidación de los sistemas de evaluación de aprendizajes en las últimas décadas, el informe describe los niveles de desagregación de los datos y el modo en que se difunden. El tema cobró nueva vigencia a partir del fallo de la Cámara Federal de Salta que ordenó al Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación entregar los resultados de las escuelas en las evaluaciones Aprender y Enseñar, para los años 2016 y 2017, en esa provincia.

El artículo 97 de la Ley de Educación Nacional establece que “el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y las jurisdicciones educativas harán públicos los datos e indicadores que contribuyan a facilitar la transparencia, la buena gestión de la educación y la investigación educativa. La política de difusión de la información sobre los resultados de las evaluaciones resguardará la identidad de los/as alumnos/as, docentes e instituciones educativas, a fin de evitar cualquier forma de estigmatización, en el marco de la legislación vigente en la materia”.

Las investigaciones relevadas en el informe señalan que la publicación de datos por escuela o por estudiante puede tener beneficios (por ejemplo, alentar mejoras en el desempeño), pero también riesgos (por ejemplo, estigmatizar escuelas de bajos resultados).