La cantidad de nacidos vivos cayó un 36% entre 2014 y 2022. La cifra bajó de 777.012 a 495.295 nacimientos por año en 8 años. Esa tendencia demográfica ya está impactando en el sistema educativo, y se espera una caída de alrededor del 31% en la matrícula escolar en los próximos años.

Los datos surgen del informe “Natalidad y demanda educativa”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Rafael Rofman (CIPPEC), Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén (Observatorio de Argentinos por la Educación). El documento aborda las implicancias del cambio demográfico en la organización del sistema educativo al recibir menos estudiantes por la baja en los nacimientos. Para eso, utiliza datos oficiales sobre matrícula escolar, población y natalidad a nivel nacional, y plantea alternativas de políticas públicas para aprovechar la disminución de nacimientos.

En las 24 jurisdicciones del país cayó la cantidad de nacimientos entre 2014 y 2022. Las mayores bajas fueron en Tierra del Fuego (-49%), Jujuy (-44%) y CABA (-44%). Por otro lado, las menores caídas se dieron en Chaco (-21%), Santa Fe (-28%) y Misiones (-29%). Los mayores descensos se observan en las mujeres adolescentes y jóvenes menores de 25 años: entre ellas, la caída es del 40% al 60%.

Esta tendencia demográfica repercute en la matriculación de estudiantes en el sistema educativo. Tomando como referencia la cantidad de nacidos entre 2006 y 2022, se estima que la matrícula de primaria caerá un 28% aproximadamente. Esta caída es aún más abrupta entre el 2014 y 2022, período en el que se estima una baja del 31,4% en la matrícula de estudiantes

Entre las múltiples políticas posibles a aplicar, este informe considera tres escenarios para aprovechar la oportunidad y mejorar la calidad educativa. El primero es mantener la cantidad de secciones (aulas), y reducir la cantidad de alumnos por aula, para favorecer la personalización de la enseñanza. El segundo es mantener la cantidad de alumnos por aula y aumentar la cantidad de docentes que ejerzan un rol de tutores. El tercero es mantener la cantidad de alumnos por aula y capacitar en forma rotativa a los docentes mientras no están al frente de una clase.

La evidencia recopilada en el informe muestra que estas tres situaciones pueden repercutir en mejoras en los puntajes de los alumnos en las pruebas estandarizadas y también pueden impactar en mejores trayectorias académicas y laborales en el largo plazo. Los autores subrayan que la caída en los nacimientos sólo representará una oportunidad para mejorar la calidad educativa si se implementan las políticas adecuadas.