En 2021, el presupuesto para programas destinados a la inversión en tecnología educativa fue el más alto de los últimos siete años: representó el 3,6% del presupuesto total del Ministerio de Educación de la Nación. Desde 2010, la relevancia de las políticas destinadas a la incorporación de TIC en el sistema educativo ha sido despareja.
La inversión nacional en tecnología educativa representó el 3,6% del presupuesto del Ministerio de Educación nacional en 2021. Esa cifra es la más alta de los últimos siete años y supera ampliamente la inversión de 2020 (0,8%), pero está por debajo de los niveles récord de 2011 (12,9%), cuando comenzaba el programa Conectar Igualdad. El año pasado la inversión nacional en educación digital fue de 17.767 millones de pesos.
En los últimos diez años, las políticas del Ministerio de Educación de la Nación destinadas a la inversión en tecnología educativa tuvieron distintos focos. Mientras que Conectar Igualdad (2010-2016) y Juana Manso (2020-2021) intentan reducir la brecha digital distribuyendo un dispositivo por estudiante, el Plan Nacional de Educación Digital (2017-2019) destinó los recursos a equipar las escuelas con aulas digitales móviles.
El nivel de inversión ha sido desparejo: alcanzó el 12,9% del presupuesto educativo nacional en 2011, y se mantuvo relativamente alto en 2013 (9,6%) y 2014 (7,4%), pero cayó por debajo del 3% entre 2016 y 2020. Los años de menor inversión nacional en educación digital fueron 2019 (0,9%) y 2020 (0,8%).
Pese a los vaivenes, las políticas de educación digital han contado con un alto nivel de ejecución presupuestaria: hay poca variación entre los fondos presupuestados y los fondos efectivamente gastados cada año. La única excepción fue el año 2012, cuando se asignaron $45.555 millones a este rubro, pero solo se gastaron $18.089 millones.