Cientos de madres y padres de las 24 jurisdicciones se reunieron esta semana en el segundo Encuentro Nacional de Familias por la Educación. En una declaración conjunta, pidieron que se cumpla el calendario escolar en 2022, reclamaron un compromiso real con la educación en todos los niveles de gobierno, y solicitaron crear ámbitos institucionales de participación para potenciar la alianza entre escuelas y familias.
El cumplimiento de los 190 días de clase en 2022, la importancia de la continuidad escolar, la transparencia en la publicación de los calendarios escolares, el acceso a la información pública y el reconocimiento de las voces de las familias en el debate educativo son algunos de los puntos de consenso entre madres y padres de todo el país que participaron del Encuentro Nacional de Familias por la Educación (ENFE), que terminó este jueves.
“Esperamos que esta vez nuestros gobernantes, tanto a nivel nacional como provincial y municipal, dispongan todos los medios necesarios para que el cumplimiento de los 190 días de clase sea efectivo. En cada escuela, en cada grado, para cada asignatura y para cada estudiante”, expresa la “Declaración Familias por la Educación 2021”, elaborada a partir de los intercambios entre los participantes a lo largo de las cuatro jornadas del Encuentro.
La declaración convoca “a todos los padres y madres del país a adherir y a trabajar unidos por la mejora de la educación argentina y un mejor futuro para todos los chicos”. Las familias participantes reconocen que, a partir de la irrupción de la pandemia, muchos padres y madres asumieron un nuevo compromiso con la educación: “Esta experiencia, así como el rol que como familias asumimos en el debate público, nos hizo tomar una conciencia más profunda de los desafíos estructurales que hace años afronta la educación argentina y de nuestra responsabilidad para participar en una transformación”.
Para lograr esa transformación, las familias señalan que el primer paso es contar con un diagnóstico claro, en cada escuela y para cada alumno, acerca de qué es lo que se ha perdido durante la pandemia. También subrayan el valor de la continuidad escolar: “En un país que atraviesa una crisis educativa tan profunda, cada día de clase, cada hora de clase, es un tesoro que debemos preservar”.
En ese sentido, la declaración solicita que se cumplan los 190 días de clase en 2022, según lo anunciado por el Consejo Federal de Educación. Para que pueda hacerse efectivo el cumplimiento, las familias solicitan que los gobiernos provinciales y de CABA publiquen sus calendarios escolares, detallando las fechas de inicio y finalización del ciclo lectivo, identificando claramente los feriados y el receso de invierno, así como las jornadas de capacitación docente, que “necesarias como son, deben ser bien planificadas para no comprometer días de clase”.
Madres y padres también advierten sobre los problemas edilicios en las escuelas, las fallas en servicios como gas, agua o electricidad, la mala coordinación de las licencias y reemplazos, los paros de personal docente y no docente: todos estos factores dificultan el cumplimiento de los calendarios, y los alumnos de mayor vulnerabilidad socioeconómica son quienes más sufren estas interrupciones.
En la declaración, las familias expresan su reconocimiento al trabajo de los docentes para sostener la continuidad pedagógica durante la pandemia y se comprometen a seguir acompañando la labor de la comunidad educativa. A la vez, exigen “un compromiso real en todos los niveles de gobierno” para afrontar la crisis de la educación argentina. El derecho a acceder a la información pública para poder conocer el estado del sistema educativo es otro punto clave de la declaración.
Finalmente, las familias piden que su voz sea escuchada: “El rol proactivo asumido por las familias debe trascender la coyuntura. Creemos que las familias podemos contribuir a la definición de políticas públicas y a las soluciones que requieren los problemas de nuestra educación”. En ese sentido, advierten que, aunque en el último tiempo han adquirido protagonismo en el debate público, su voz “no siempre es suficientemente bienvenida en los ámbitos oficiales de decisión”.
En consecuencia, solicitan la creación de ámbitos institucionales en los que las familias puedan canalizar su participación, tanto al nivel de la escuela como de los distintos niveles de gobierno. Y concluyen: “Como sociedad tenemos que aprovechar este momento como una oportunidad única para potenciar una nueva alianza entre las escuelas y las familias”.
Testimonios: familias comprometidas, en primera persona
El valor de la participación fue una de las ideas que más se repitieron a lo largo del Encuentro. “Para comprometerse con la educación lo único que hace falta es participar, de una u otra manera. Salir de la queja e involucrarse. Cada uno desde su lugar tiene algo para aportar”, señala Florencia Frías, de Tucumán. Sobre su experiencia en el ENFE, Florencia agrega: “Es esperanzador ver a tanta gente involucrada y motivada por la educación”.
María de los Ángeles Centurión, de Entre Ríos, coincide: “Es potenciador e inspirador escucharnos y saber que somos muchos los que creemos que familias y escuelas trabajando en conjunto podemos lograr grandes cosas”. María de los Ángeles cuenta que su motor es lograr “la igualdad de oportunidades educativas para los chicos de todo el país”.
Por su parte, Yessica Miranda, de La Pampa, subraya el valor de la continuidad escolar, otro de los focos centrales del ENFE: “Por más que pertenezcamos a distintos puntos del país, en equipo y con un propósito, las familias podemos lograr ese objetivo tan esencial para nuestros hijos: que asistan a sus respectivos colegios el 100% de días estipulados en el ciclo lectivo de cada nivel”.